Día 7 – 10 de mayo

La séptima audiencia por el femicidio de Cecilia Basaldúa comenzó el día 10 de mayo a las 11:10hs de la mañana. Dieron su testimonio los efectivos de la fuerza policial Diego Walter Sartori, Fernanda Ester Vera, Ariel Zárate, Luis Alberto Arrieta, Javier Alberto Pagano, Oscar Moyano y Gustavo Arturo Herrera. La construcción de los acontecimientos en los relatos de los policías presenta cada vez más contradicciones sobre el momento clave de la declaración de Lucas Bustos en la comisaría: cuánto duró, quiénes estuvieron presentes, y lo que cada uno dice haber escuchado. La esperada declaración de Zárate, responsable de la investigación y de numerosas llamadas con el padre y la madre de Cecilia que luego no se incluyeron en el expediente, fue realizada por este oficial de manera virtual desde la cárcel de Bouwer, procesado por robo, lesiones leves y privación ilegítima de la libertad de una menor. Se agregan elementos para dudar sobre la ausencia de la declaración testimonial de Lucas Bustos. En este contexto se suma hoy la información de que el juez Carlos Escudero formó parte de la policía de la provincia hasta 1997, cuando la abandona con un retiro obligatorio. Llama la atención su presencia en el tribunal de un juicio en donde el fiscal Cuello recusó a uno de los miembros del juzgado popular por tener vínculos con la fuerza policial, dadas las características del caso. Se incrementan las dudas sobre la transparencia del proceso.

La Mesa de organizaciones feministas, sociales y de derechos humanos que acompañan a la familia Basaldúa en el juicio por el femicidio de Cecilia, informan sobre la séptima audiencia ocurrida en tribunales de Cruz del Eje, el día 10 de mayo de 2022.

Diego Walter Sartori: “Tiene que haber sumariante”

El primer testigo en declarar fue Diego Walter Sartori, Sargento Primero de la departamental Punilla Norte desde hace tres años. Los dichos de Sartori evidencian ciertos puntos idénticos a los relatos de otros oficiales respecto a las actuaciones de Mario Mainardi, Wenceslao Falcon, “Negro Niga” y Viviana “la Rasta” Juárez, mientras que presentan contradicciones fundamentalmente respecto al momento de la declaración testimonial de Lucas Bustos en la comisaría, la falta de acta de confesión y los motivos de los allanamientos.

Sartori declaró que tomó conocimiento de la causa por sus superiores que le comunicaron que había desaparecido Cecilia Basaldúa, y las condiciones de su estadía, que no tenía dónde pernoctar. Tras esa contextualización, dijo que salieron “a entrevistar gente”.

Al primero que entrevistaron fue a “Rey”(Ricardo Reimundo Heredia). Rey vivía al lado del río, en la casa vecina a la que estuvo parando Cecilia, y supieron que “este hombre la invitó a comer y después no la vio más”. Dijo que estaba con el cabo Alba y Ubaldini y que no recuerda bien por qué los efectivos iban cambiando. “Empezamos hacer rastrillaje y entrevistamos a una señora que había visto a la chica -Cecilia- y le había pedido agua. Ella le dio agua y después se retiró hacia el sector de la ruta. Deducimos que fue la última persona que habló con ella”.

El testigo manifestó que cree haber estado en el allanamiento de la casa de Tatiana, la novia de Mainardi, quien “tenía un pianito”. “Zárate era el que ordenaba esos allanamientos”. Le secuestraron la pieza instrumental -en referencia a la melódica- y que no recuerda el día, aclarando que iban “todos los días a entrevistar gente”.

El testigo dijo que hicieron distintos procedimientos, que fueron a la casa de Mainardi, la de Tatiana y otro domicilio. Ya en la comisaría, Sartori relata que estaba en la cocina cuando un uniformado -que no sabe quién es- le preguntó si los testigos habían declarado, a lo que responde no saber nada. “Me voy a la oficina donde estaba la sumariante -Fernanda Vera- renegando con una chica”, quien estaba allí por otra causa. Sartori desconoce la identidad de esta “chica rubia”.

Sartori relató que cuando entró en la oficina donde estaba declarando Lucas Bustos escuchó que éste decía que había querido besar a Cecilia y que ella no quiso. Declara Sartori que ante el rechazo en un segundo intento, Bustos contó que le había pegado una “piña” porque estaba enojado. “Después salgo para donde estaba la chica rubia con la sumariante” para ayudar en la discusión que mantenían.

En ese momento el fiscal Cuello le consultó a Sartori qué más hizo para buscar a Cecilia, dado que declaró varias veces en la Fiscalía. “Fui también a San Marcos a entrevistar al Negro Niga, y a la chica Rasta”. Esta última -Viviana “la Rasta”- le había contado que Cecilia no tenía dónde quedarse, y que habló con Niga para que le preste la casa del lado del río. Luego, el testigo declaró que “la Rasta” le había dicho que Cecilia tenía miedo de quedarse en esa casa, y que entonces había hablado con Mainardi para que le diera hospedaje a Cecilia.

“Yo estaba en Villa de Soto -lugar de residencia de Sartori-, me avisan que habían encontrado el cuerpo. Llego después de que lo sacaron al cuerpo”. El testigo declaró que no fue al lugar del hecho porque “ya era tarde” y que un par de días después fue con la Fiscal Paula Kelm.

En ese momento, los policías fueron a entrevistar a los dueños de los campos vecinos del lugar donde había aparecido el cuerpo de Cecilia, “un tal Jaime, y Luna”. También entrevistaron a unos “yuyeros” que andaban por la zona de “Los Tres Puentes”. Cabe aclarar que en las testimoniales anteriores de otros efectivos policiales (Ubaldini López y Moyano) se había remarcado la imposibilidad de dar con el paradero de los yuyeros El fiscal Cuello interrumpió el testimonio de Sartori y le consultó si efectivamente había hablado con ellos. Sartori respondió que sí, “los entrevistamos con Moyano y López. Son indigentes, unas personas de cerca de 60 años”. Y se corrigió diciendo que esto fue antes de encontrar el cuerpo sin vida de Cecilia. “Salimos a buscar a esa gente tipo 15, 15:30h y habremos llegado 16:30h a la comisaría”.

La Dra. Pavón le preguntó quién estaba con Lucas, y respondió que sólo estaba con Lorena Trepant. 

“La fiscal dispuso un allanamiento en la casa de Tatiana y fuimos a buscar el organito –refiriéndose a la melódica-”. Ante esto, le preguntaron para qué se produce el allanamiento. Sartori respondió: “para buscar algo. Cuando se investiga un homicidio es para buscar alguna prueba”.

Sartori relata que, cuando los efectivos policiales hacían las entrevistas en la calle, o en alguna vivienda, luego se pasaba la declaración de forma, aparentemente, verbal. “Si era importante la declaración, se la citaba y un sumariante tomaba la declaración”.  Ante lo que el Dr. Batiston pregunta “¿y si no hay sumariante?” y el Sargento respondió “ es que tiene que haber”.

El relato continuó profundizando lo ocurrido el día en que Lucas Bustos fue llevado a la comisaría, de acuerdo a Sartori. Este comentó que Lucas “estaba cabizbajo, contando lo que había hecho”. La abogada defensora de Bustos, María Claudia  Brandt, le preguntó a Sartori en dónde se desempeñaba  durante el año 2020 y éste le respondió que trabajaba en la Brigada de Investigaciones. Que no participó en la búsqueda de Cecilia, sólo lo hizo el DUAR -Departamento Unidades de Alto Riesgo-, dependiente de la Dirección Bomberos. También manifestó que no hacían reuniones previas para organizar las actividades del día, sino que salían “con directivas claras”

Por otro lado, dijo que no vio a otra persona cuando estuvo en la sala donde entrevistaron a Lucas Bustos -excepto Trepant- y que no recuerda la duración del tiempo de la entrevista. Que él llegó al final de la entrevista. “Cuando yo llego -Bustos- ya había declarado”. 

Al final de la declaración, el presidente del tribunal hizo un llamado de atención a Sartori en relación a su vestimenta. “¿Usted siempre va vestido así a las audiencias? Debería haberse vestido, no con saco y corbata, pero de una forma más formal”, comentario que llamó poderosamente la atención de la audiencia. No se comprende si el presidente del tribunal estaba sugiriendo que Sartori debería haberse vestido con uniforme policial.

Vera:  “No sé qué pasaba, yo estuve todo el tiempo en la oficina de sumarios”

El segundo testimonio de la mañana fue el de la Sargento Fernanda Ester Vera, residente de Villa de Soto y trabaja en el área de sumarios en la Comisaría de Capilla del Monte. Ante la pregunta de si conoce a Lucas Bustos ella declaró que sí, y que el día 28 de abril ella misma lo imputó. 

Vera testificó que tuvo conocimiento del caso entre el día 10 u 11 de abril. Explicó que en la comisaría trabajan cuatro sumariantes. “Esa semana los sumarios eran míos”. Declaró además que hay poca gente en la guardia de la comisaría de Capilla del Monte.

La Sargento dijo que se enteró del caso de Cecilia cuando se activó el protocolo de búsqueda de desaparición de personas. Que era de noche y le tocó a la guardia investigar en los hospitales, hacer el recorrido en la zona donde teóricamente se perdió la persona y otras acciones procedimentales en relación a la búsqueda de personas. Que, posteriormente, de día, la Fiscal Kelm es la encargada de decidir si interviene bomberos, el DUAR -Departamento Unidades de Alto Riesgo dependiente de la Dirección Bomberos- u otros organismos. Vera manifestó que en Capilla del Monte suele haber bastantes denuncias de desaparición de personas, pero que generalmente se las encuentra.

 “Yo seguí las directivas. La base operativa estaba en bomberos, no en la comisaría”. Dijo que no recuerda con quién habló de la fiscalía y. Agregó que Bracamonte manejaba el sumario. “Los allanamientos no pasaban por la comisaría, lo definían los superiores. Vino gente de Protección de las personas, una chica que se llamaba Lorena (Trepant)”. La testigo explicó que se hacían los procedimientos y después se hacían las actas. “Las cosas se hacían todas en bomberos, fue muy difícil realizar las actas, se hacían después y había que acomodarlas en el sumario ”. También dijo en reiteradas ocasiones que estaban investigando muchas personas que venían “de afuera” -de Córdoba Capital- y que no los conocía. “El sumario en sí lo manejaba la gente de Investigaciones”.

Vera declaró que el día 28 de abril, aproximadamente a las 14:30 hs entró “una chica” a denunciar la desaparición de su hija. Que estuvo dos horas con la mujer hasta que los policías encontraron a su hija en el balneario y la trajeron. Explica que en ese momento la mujer comienza a discutir y a levantar la voz.

De acuerdo a la descripción de Vera, la oficina de sumarios tiene conexión con la otra oficina, donde notaba movimiento de personas. “Entre los que entraban y salían vi a Sartori”, quien se puso a su lado para colaborar ante los gritos de la joven. También distinguió al subcomisario Herrera, a un “pelado”, a Lorena Trepant, y a mucha gente de Córdoba que no conocía. “No sé qué pasaba, yo estuve todo el tiempo en la oficina de sumarios”.

Vera dijo: “Sí sé que había gente de investigación y de protección a las personas, también de homicidios” aunque reiteradamente afirmó durante su testimonio que no sabía lo que estaba sucediendo en esa oficina. Después manifestó que cree que fue Bracamonte quien le transmitió la orden de imputar a Bustos y tomarle las huellas. “Nunca hablé con la Fiscal”. La imputación de Lucas Bustos se efectuó a las 18 o 19 horas. 

Ante la pregunta de cuántos lugares hay para tomar declaraciones, ella explicó que en la oficina de sumarios o la oficina donde se hacen las denuncias por violencia familiar. “La única sumariante que había en ese momento era yo” debido a que la otra sumariante, Silvina González, había trabajado por la mañana hasta las 14.30h.

Vera declaró que “no tenía contacto visual con la otra oficina” y que no prestaba atención a las personas que circulaban porque estaba ocupada con las declaraciones de la madre y su hija. “Yo no veía ni escuchaba nada de lo que pasaba en la otra oficina”. Ante la pregunta de la Dra. Pavón de dónde se encontraba el sumario de la causa, la testigo respondió que no recuerda si dicho sumario estaba en la comisaría de Capilla del Monte. Vera agregó que cuando tenían alguna declaración, las anexaban al sumario luego, aunque “lo llevaba gente de Investigaciones”.

Le consultaron cuántas computadoras hay en la oficina donde se toman declaraciones. La Sargento dijo que en la oficina dónde ella estaba había dos computadoras y cree que una en la otra oficina. Las computadoras se utilizan para el trabajo administrativo de la comisaría. La testigo desarrolló luego cómo se toma una declaración: debe encabezarse con la fecha, horarios, datos de la persona y lo que declara. Y finalmente lleva la firma de quién declara y del oficial que le toma la declaración. 

Ariel Zarate: “A Lucas Bustos y a su hermano se les invitó a declarar«

La tercera testimonial fue la esperada declaración del subcomisario de la brigada de investigaciones del año 2020, Ariel Zárate. Actualmente el oficial se encuentra detenido y realizó su testimonial de manera virtual desde Bouwer. Su declaración es clave para remarcar el encubrimiento de los efectivos policiales y las permanentes contradicciones en relación a la investigación judicial, porque fue él quien estuvo a cargo de la investigación y mantenía un constante diálogo con el padre y la madre de Cecilia durante la búsqueda, haciendo preguntas sobre la vida de ella, que luego no se reflejaron en la investigación.

En su declaración ante el tribunal, Zárate afirmó que conoció a Lucas Bustos en el procedimiento policial. El día miércoles 8 de abril le dan aviso de la desaparición de Cecilia y él estaba volviendo de licencia por el fallecimiento de su padre. Comentó que de inmediato se interiorizó en el tema y comenzó con la tarea investigativa.

Una de las primeras acciones fue consultar a la Fiscalía para activar el protocolo de búsqueda, “para ver cómo se seguía”. El juez le pide que describa específicamente sus tareas y cómo fue el procedimiento en detalle. Zárate respondió que había ido a la casa de Mainardi a entrevistarlo. No tenía presente la fecha y la hora exacta -”la noche”- y el juez insistió con que recuerde. Zárate dijo que a las 21 hs aproximadamente. Y que luego empezó a trabajar con la Brigada. Mencionó a Ponce y a Bracamonte como parte de la tarea investigativa. Y agregó que al otro día estuvo de descanso por 24 hs.

El juez le preguntó qué más hizo, y Zárate respondió que, al volver a trabajar, se reunió con los oficiales para ver cómo coordinar la tarea investigativa. Hizo mención de que se trabajó mucho tiempo en los allanamientos y haciendo entrevistas, pero que no recordaba claramente en qué allanamientos había participado, ni en qué horarios, pese al lugar de responsabilidad que Zárate tenía en el proceso de investigación.

El testigo dijo directamente al juez que él no quería decir una cosa por otra y que por eso no arriesgaba fechas ni horas, porque él ya había declarado y además, esa información estaba en el sumario. A esto el juez le dijo “por favor, tenes que refrescar tu memoria porque acá no conocemos el sumario y necesitamos saber datos específicos y que vos los cuentes desde lo que vos hiciste, de tu participación de la operación”

Ante el pedido de que agudizara  su memoria, Zárate continuó su declaración explicitando  que fue parte de las siguientes acciones de investigación: entrevistas a Mainardi, los trabajos de luminol que se hicieron, tanto en la casa de Mainardi como en el “rancho” – casa que habitó Ceci antes de ir a la casa de Mainardi- y en el allanamiento de la casa de Bustos. 

El fiscal Cuello le preguntó quién estaba a cargo de la investigación. Y el testigo respondió que el “jefe directo” era Bracamonte y que él (Zárate) coordinaba con Romero para hacer las tareas de rastrillaje.

El fiscal Cuello le consultó sobre qué hizo cuando apareció el cuerpo de Cecilia. Zárate contestó que, al llegar al lugar, observaron desde una parte superior, alta, que no se podía ver de cerca porque era inaccesible, que ya habían varias personas en el lugar y que eran de otras dependencias. Sólo había gente específica -como el DUAR- y ellos mismos no podían pasar. También relató que solicitó ayuda a la fiscalía de Kelm porque «desde la fiscalía nos dicen qué debemos hacer».

Ante las reiteradas expresiones de Zárate de no recordar con claridad y de que todo estaba en el sumario, el juez le dijo: “no me hables de nuevo del sumario, porque la declaración es hoy, acá, vos completame lo que es, lo que te acuerdes. Si no te acordás, no te acordás.”

Zárate continuó narrando que se procedió a entrevistar a personas cerca del río, casa por casa, para preguntarles si habían visto algo o si sabían del caso; si habían escuchado ruidos raros. El testigo manifestó que estuvo presente en todas estas entrevistas y en el operativo que se hizo de entrevistas en el perímetro cercano al río. Que había dos grupos de personas para hacer estas tareas.

Cuello le pregunta qué resultados obtuvieron, ante lo que respondió: “todos resultados negativos”. También estuvo en la entrevista que se hizo cerca de los Mogotes y la que se realizó a la familia Bustos. “Se trabajó, se entrevistó, se invitó a declarar a la gente, todo por Fiscalía. A Lucas Bustos y a su hermano se les invitó -a declarar-» remarcó Zárate, en una línea de sistemática insistencia de los testigos policías en decir que a los Bustos se llevó en carácter de “invitados” a la comisaría.

Zárate dijo que cuando llevaron a los Bustos a declarar, fue un primo de ellos y que no lo podían llevar en el móvil policial por el protocolo de la pandemia. Y que dicho familiar -le consultaron si estaba seguro de que su primo y respondió “no sé, un pariente”- fue en moto detrás del móvil. Ante la pregunta de a qué hora fueron, Zárate contestó que pasado el mediodía. Cargaron a Lucas y David Bustos en el móvil junto con protección de personas. El oficial dijo que no recuerda si él mismo estaba en el móvil que llevaba a los Bustos o en el otro, hecho que el resto de los testigos policías sí recuerdan, y han declarado que el mismo Zárate estaba en el que estaba en el móvil que llevó a los Bustos a declarar.

En la comisaría se procedió a tomar la testimonial. El testigo dice que él mismo estuvo hablando con Lucas Bustos.

«Estuvimos en la oficina con Lucas, junto con protección a personas y homicidios, cinco minutos, unos minutos». Ante esto le consultaron quién más estaba en la Comisaría y respondió que había una sumariante y personal de guardia. Después le preguntaron si él había hecho alguna entrevista en comisaría y contestó que no participó de ninguna entrevista.

El Dr. Batiston le consultó si elaboró un acta. Zárate respondió: «sé que se hizo un acta de detención». Batistón repregunta si se hizo una citación formal. Zárate responde que no porque siempre fueron en calidad de invitados, que los Bustos quisieron ir a la comisaría a declarar para aportar algún dato. Esto mismo Zárate lo repitió siete veces.

Zárate dijo que quedó asentada la testimonial. Contradiciendo lo que acababa de decir minutos antes, dijo que no recordaba si habló a solas con el imputado.

El Juez procedió a cuestionar en qué condición estaba en Bouwer. “Procesado, no condenado”. La Dra. Pavón, con permiso del juez, le preguntó por qué delito está en la cárcel. Y él le respondió que está procesado por «violencia de género».  Trascendió en los medios que la carátula por la que está procesado Zárate indica: “robo, lesiones leves calificadas y privación ilegítima de la libertad”, en perjuicio de una joven de 21 años, con quien habría iniciado un vínculo cuando ésta era menor.

La Dra. Pavón interrogó quién había confeccionado el acta, y Zárate contestó que no recordaba. Le remarcaron la contradicción ya que, en la declaración anterior, él había dicho que habían sido Ubaldini López.

Ante la pregunta de a cuántas personas habían entrevistado aparte de la familia de Bustos, Zárate dijo que a más de 30 personas de la zona. E hizo énfasis, nuevamente, con que a todas las personas se las invitó. Ante esta insistencia se le preguntó si alguien más de todos los “invitados” fueron a la comisaría y Zárate dijo que no.

Después continuó contando que se había hecho un relevamiento durante días en ese sector, antes y después de la ruta -de un lado y del otro-. Le preguntaron cómo se llevaron a cabo estas entrevistas específicamente, Zárate contestó que se tomaron los datos de las personas entrevistadas y que luego lo plasmaban en el sumario.

Le preguntaron al testigo si había algo particular en los hermanos Bustos o en su familia, y  Zárate dijo que no había algo particular con ellos dos. Aclaró, nuevamente, la calidad de invitados y que a Lucas y a David Bustos los llevaron en el móvil porque no tenían vehículo. 

El fiscal Batistón le preguntó cómo se enteró de que Lucas Bustos había testificado, Zárate respondió que se enteró en la cocina, por una persona de Protección a las personas. Que en ese momento él (Zárate) había salido porque le pidieron que se comunicara con la Fiscal Kelm para que le cuente cómo estaba siendo el operativo hasta el momento. Cuando volvió a ingresar le comentaron que Lucas Bustos había declarado.

Javier Alberto Pagano: “La Fiscal Kelm dio la orden buscar al testigo Lucas Bustos”

El cuarto testimonio fue el del Sargento Javier Alberto Pagano, quien trabaja en Protección a personas, en la ciudad de Córdoba, hace 12 años. 

Declaró que vió a Lucas el día que lo fueron a buscar al domicilio. Se enteró del caso Basaldúa durante el mes de abril. Manifestó que su trabajo es encontrar el paradero de las personas. Cuando el juez le pidió que sea específico en la descripción de sus tareas, Pagano respondió que era entrevistar familiares o a cualquier persona que tenga que ver con el caso.

El Sargento manifestó que había participado de las entrevistas a Mainardi, a la amiga de Mainardi “que tenía como rastitas” -Viviana, la “Rasta” Juárez-, a un chico que estaba en situación de calle y vivía detrás de un camping cerca de la zona. 

Se le consulta cómo participó en la investigación y qué era específicamente lo que él tenía que hacer. Entonces Pagano respondió que, además de las entrevistas, un día en el almuerzo hicieron una pequeña reunión, una videollamada con la Fiscal Kelm y que ella dió la orden buscar al testigo Lucas Bustos, pero no explica fundamentos del por qué de esa orden. 

Por la orden de la fiscal el sargento manifiesta que fueron a buscar a los Bustos con el oficial Arrieta y Zárate para traerlos como testigos. Zárate bajó a buscarlos y llegaron de vuelta a la comisaría con los dos hermanos alrededor de las 15hs. 

Santiago Bustos quedó en la oficina del jefe, junto a Arrieta, Trepant y Zárate. Pagano dijo que había una compañera uniformada en la oficina del lado, oficina angosta de más o menos 3 x 2 metros. También agregó que circulaba gente todo el tiempo y que Bracamonte estaba en la comisaría.

Le preguntaron cuánto duró la declaración, Pagano respondió que lo que dura una entrevista. Entonces re-preguntan específicamente cuánto duró, el testigo dice que un rato, una hora y media, que no se acuerda. Que él salía a fumar, a hablar con su jefe fuera de la oficina, y que entraban y salían oficiales. Que en un momento Lucas Bustos se queda a solas con Trepant, y entra Arrieta diciendo algo de la ropa interior de Cecilia.

Cuello pregunta en esa salida de entrevistas qué cosa hacen en ese sector, Pagano dice no saber. Cuello le pregunta si se acuerda qué sobrenombre tenían Lucas Bustos y su hermano. Él se queda pensando un rato, el testigo dice no recordar: “sí me acuerdo que tenía un apodo pero no me acuerdo cual”. Después dice que algo de sobre mellizos o gemelos y que hacían chistes porque tenían edades distintas.

Pagano declara que al subir a los Bustos a la camioneta un familiar los seguía atrás en una moto. Que el oficial Arrieta entrevistó a este pariente. El juez pregunta cómo era el estado de ánimo de Lucas, cómo él pudo percibirlo. Él testigo responde que callado, cabizbajo. Después cuenta los mismos hechos que su compañera Trepant, que ella le mostró a Lucas una foto de Cecilia y le preguntó si la conocía. Declara Pagano que Bustos responde que sí, que la conocía y que habían estado conversando sobre caballos. Entonces su compañera le pregunta a Lucas cómo estaba vestida, a lo que Bustos responde: «de arriba, no sé” para luego describirle el color de la ropa interior de Cecilia. 

Batiston vuelve a hacer hincapié en la videollamada con la fiscal Kelm. Cómo fue, cuántas personas eran, si él pudo escuchar las directivas, qué dijo la fiscal, cómo dio la orden de ir a buscar a Lucas Bustos. Pagano responde de manera algo vaga que era un teléfono chico y que había como 30 personas en esa reunión y que hablaban todos y que él no estaba cerca del teléfono y que las directivas, en general, eran buscar testigos.

Pagano cuenta que en el momento de la entrevista Lucas estaba decaído, que hablaba bajito, que él (Pagano) estaba entrando y saliendo a la cocina. Cuando vuelve a entrar a la oficina lo escucha a Lucas “como que estaba contando algo”. Entonces Arrieta le ofrece agua y le pregunta si quería que lo deje a solas con la compañera Trepant, que estaba ahí, Bustos respondió que sí. En ese momento la abogada Daniela Pavón le marca una contradicción con su testimonio anterior, en la que decía que cuando le preguntan a Lucas Bustos si se quería quedar a solas él dijo que no, mientras que en el día de hoy él dijo que sí, que Lucas había accedido y por eso salieron.

Cuando le preguntan cómo se entera de la confesión de Bustos, el testigo manifiesta que es Arrieta quien le comunica a Zárate y a todos, porque era el único que estaba en la oficina con el imputado.

Luis Alberto Arrieta: “Estaba solo en la oficina con Lucas Bustos”

El testimonio de este efectivo resulta central porque declara haber estado presente en el momento de la confesión de Lucas Bustos. Pero en su testimonio hay varias contradicciones, sobre todo en cuanto a si estaba solo o acompañado por Trepant en esa instancia y, nuevamente, sobre la duración de la entrevista.

El testigo cuenta que fue comisionado para ir a Capilla del Monte con Albariño y Trepant Ochoa, una semana antes de que apareciera el cuerpo sin vida de Cecilia Basaldúa. Declara que como primera medida entrevistan a Mainardi, quien les relata cómo fue el último día que estuvo Cecilia en su casa. Después de eso, cuando aparece el cuerpo sin vida de Cecilia, el 25 de abril de 2020, vuelven a la ciudad de Córdoba.

El 28 de abril, según manifiesta el testigo,  vuelve a Capilla del Monte con Aiza. Trepant, Albariño y Bracamonte iban en otra camioneta. En mesa de trabajo con todos los mencionados, coordinaron qué hacer en base al testimonio que dio el testigo llamado Jaime, según quien “por ese lugar donde se halló el cuerpo transitaban los Tutulas (hermanos Bustos) y los Bracamonte”.

Luego Arrieta continúa el relato diciendo que, junto a todos los policías mencionados, salió de recorrido a investigar por la plaza y distintos domicilios. A la siesta, tratan de ubicar a los Bustos (“Tutulas”), y van a su casa. Según Arrieta, fue Bracamonte, segundo Jefe del Departamento de Investigaciones de Punilla, quien ordenó esa búsqueda ya que era quien estaba en conexión con la fiscal Paula Kelm.

El testigo cuenta que Pagano y otro agente fueron a la casa de los Bustos, quienes les ofrecieron a los hermanos Bustos llevarlos hasta la comisaría en el móvil policial. También cuenta que en una moto iba siguiéndolos un familiar (cuñado). 

Arrieta entrevistó al cuñado de Bustos, quien nombra a los Bustos y a unos “canasteros”  como personas que transitan habitualmente por el río. Este pariente de los Bustos manifiesta (según el testigo) que tenía encima un celular para llamar a un abogado, “por las dudas”. El fiscal Cuello le pregunta dónde entrevistó al cuñado de los Bustos, y Arrieta responde que “en las afueras de la comisaría, duró unos 10 minutos esa entrevista”. 

Arrieta dice que Aiza y Albariño entrevistaron a Santiago Bustos. Que Lucas era entrevistado por otro policía, quien dijo que Bustos contó que había estado con Cecilia. Arrieta percibió que Lucas Bustos estaba nervioso, que por eso le ofreció agua y le mostró su credencial. Declara que a Bustos se le entrecortaba la voz, y entonces le preguntó si quería contarle a Lorena Trepant y “Lucas dijo que si”, en una declaración que  contradice a los testimonios de otros policías que se encontraban en el lugar.

Arrieta declara que escucha decir a Bustos, nervioso: “Yo me enfurecí, la maté ahorcándola”. De acuerdo al testigo, Lucas Bustos dijo: “Yo estuve con Cecilia, quería escribir un libro”. Arrieta dice que Bustos confiesa que ella estaba hablando con los caballos y él la mató ahorcándola.

Arrieta declara, además, que estaba solo en la oficina con Lucas Bustos, contradiciendo la declaración de Trepant, quien testimonia que ella estuvo ahí presente. Que allí le preguntó a Lucas cómo estaba Cecilia y éste le dijo “con una calza negra”. Arrieta afirma que Lucas Bustos le dijo que esto ocurrió “donde se juntan los ríos”.

El testigo dice que fué él mismo quien le avisó a Bracamonte la novedad y que Bracamonte habló con la fiscal Paula Kelm, y ella ordenó la detención. 

Respecto a Mario Mainardi, el testigo declara que cuando lo entrevistaron “le pareció sincero, porque dio aviso, avisó a la familia y no tiró sus cosas, se puso a disposición”. 

Ante la pregunta de si se hizo una citación formal por escrito a los hermanos Bustos, Arrieta responde que «no, fue verbal». Se le cuestiona por qué no les hizo preguntas frente a toda la familia, teniendo en cuenta que era una invitación informal, Arrieta responde que «se hace privada porque delante de todo el mundo no es productivo, así le llamamos nosotros»

Arrieta declara que la entrevista a Lucas Bustos duró aproximadamente media hora, 40 min. que estaban presentes Trepant, Pagano y otro agente cuyo nombre no conoce. La declaración de Arrieta vuelve a poner en duda la duración de la entrevista, que según testimonios de otros policías fue de dos horas y media, y otros declaran que fue de diez minutos.

El testigo manifiesta que fueron a entrevistar a los Bracamonte, pero no los hallaron. Entonces le leen a Arrieta, una nueva contradicción con su anterior declaración, ya que figura en el expediente que había declarado: “Yo personalmente nunca salí a buscar a los Bracamonte”. En el momento de la audiencia Arrieta dice: “quizá esté confundido”.

Luego el testigo vuelve a declarar sobre su entrevista con Lucas Bustos. Cuenta que él mismo le preguntó si quería quedarse con Trepant, y Lucas dijo que no. Entonces Trepant salió y Arrieta se quedó solo con Lucas Bustos. 

Arrieta le mostró a Lucas Bustos una foto de Cecilia Basaldúa que tenía en el celular (una foto que salió en un diario), otro punto que se superpone a la declaración de Trepant, quien en su testimonio dijo que ella fue quien le mostró la foto a Bustos. Según Arrieta, Lucas Bustos le dijo que fue a buscar los caballos, que Cecilia Basaldúa estaba ahí, que conversaron, “ella le cuenta lo del libro, lo de la planta que le habló” y estaban sentados juntos. Arrieta declara que a Lucas Bustos “se le corta la voz, se nota la angustia, casi llora y dice: «Se me fue la mano, la ahorqué, la quise besar»”. Arrieta le avisó a Bracamonte y ya no volvió a entrar a esa oficina.

El abogado querellante del Ministerio de Derechos Humanos, Gerardo Batiston, pregunta a Arrieta por qué hay dos declaraciones. En la primera, consta que Arrieta declaró que Lucas Bustos comentó: “lo del libro, lo de la planta, «se me fue la mano», porque la intentó besar, ella le pegó, él se enfureció y la agarró del cuello. «Por eso estoy muy asustado.»” En la segunda declaración, tiempo después al momento de la declaración de Lucas, Batiston expone que Arrieta amplió dando muchas más precisiones sobre el 28 de abril. Arrieta dice que la declaración más completa es la que debe ser tenida en cuenta.

Battiston pregunta a dónde se hizo la declaración escrita, Arrieta responde que en la comisaría. Y también Batistón pregunta si alguna vez leyó el sumario, Arrieta le responde que no.

La abogada de Lucas Bustos, María Claudia Brandt, pide la nulidad del testimonio de Arrieta, presentando citas de juristas de las que se desprende que debió intervenir la policía judicial y no quienes lo hicieron. El pedido se realiza con faltas formales que la ponen en riesgo de recibir una sanción por parte del Tribunal. El fiscal Cuello la rechaza porque dice que no argumenta para qué pide la nulidad. Luego le preguntan a las abogadas de la querella y de DDHH, quienes dejan a criterio del tribunal el pedido. Se pasa a cuarto intermedio.

Oscar Moyano: “Las otras cinco familias entrevistadas no fueron citadas a la comisaría”

Oscar Moyano es policía de la Departamental Criminal de Punilla desde hace 11 años. Declara que el 16 de abril de 2020 volvió de licencia y se enteró que había una persona desaparecida. Luego participó en el operativo del 28 de abril por orden de Bracamonte, y entrevistó a gente que vivía cerca del río. 

El testigo manifiesta que también entrevistó a la mujer que vio a Cecilia por última vez: “que una nochecita golpeó las manos, le pidió agua”, y que por eso allí se fijaba el “punto cero”. Declara que buscaron cámaras en ese lugar, sin precisar el resultado. También cuenta que fue a entrevistar, junto a sus compañeros Zárate, Alba y Ubaldini, a Mario Mainardi, pero que como él tenía el rol de chofer no realizaba las entrevistas. 

Moyano afirma que el 28 de abril fueron a hacer allanamientos “porque había una declaración que decía que quienes andaban por la orilla del río eran de la familia Bustos”. El subcomisario Ponce continuó a casa de los Bustos. Con Zárate entrevistaron a un hombre y a la hermana de Bustos a 50 mts de la casa de esta familia, que no vieron, ni escucharon nada. 

Moyano dice: «Comimos, nos comentaron el trabajo, nos dan las directivas» y que volvieron a la comisaría después del mediodía. Después salieron nuevamente, a buscar a los yuyeros, pero no los encontraron. El testigo manifiesta que volvieron como a las 20.30 a la comisaría, Herrera le anunció que uno de los Bustos se había declarado culpable. Entonces le dicen a Moyano que tenía que hacer un allanamiento en casa de los Bustos. 

Moyano cuenta que al llegar atendió la madre de Lucas y no se opuso al allanamiento. Fue con Zárate, Ponce y Sartori. Cuenta que allí secuestraron de la habitación de Lucas Bustos: ropa (aclara que  toda la ropa tenía manchas), un teléfono chico Samsung, una tarjeta de memoria, un chip de Claro y también un caballo por si lo había tocado Cecilia Basaldúa y conservaba sus huellas. El testigo dice que no conoce los resultados de los análisis de las prendas porque de eso se encarga la policía judicial.

Le preguntan cuántas personas fueron entrevistadas, Moyano responde que cinco familias distintas. También le preguntan si estaba dispuesto otro allanamiento antes del de la casa de Bustos, a lo que el testigo responde que no. Luego ante la pregunta que se le formula, declara que las otras cinco familias no fueron citadas a la comisaría.

Gustavo Arturo Herrera y una situación cada vez más confusa

Es el segundo jefe de la comisaría de Capilla del Monte. El mismo cuenta que tomó conocimiento de que estaba desaparecida una chica mediante un llamado telefónico, una noche que se encontraba en La Cumbre. Herrera dice que entonces se activó la búsqueda según el protocolo.

Herrera se dirigió a Capilla del Monte y se puso a disposición. Declara que habían hallado la mochila de Cecilia y cuenta que se coordinó la búsqueda con DUAR, de bomberos, y Defensa Civil, a cargo en ese momento de Diego Concha, exfuncionario que actualmente permanece detenido, imputado por los delitos de violencia de género contra su pareja, y abuso sexual en contra de otra mujer que se suicidó.

El día que apareció el cuerpo, Moyano estaba de franco. Declara que todo el trabajo se concentraba en la Brigada de investigación, que seguía con su trabajo. El testigo también manifiesta que se hacían reuniones entre las máximas jerarquías de cada área para compartir información y organizarse.

Herrera cuenta que  estaba en la comisaría cuando llegaron los dos hermanos Bustos. En la oficina del comisario queda Santiago Bustos con dos personas, y en la oficina de Violencia familiar estaba Lucas Bustos con dos personas de Córdoba y Sartori. Declara que esa oficina tiene una dimensión de 2×3 metros, y que estaban las dos personas de Córdoba frente a Lucas Bustos, Sartori y él a sus costados. El testimonio de Herrera contradice el de otros policías respecto a quiénes estaban presentes en esa oficina con Lucas Bustos.

Después del mediodía, Herrera entró a la oficina a preguntar si necesitaban algo, los presentes estaban en silencio y Herrera declara que alcanzó a escuchar a Lucas Bustos diciendo “que tuvo relación y ella había accedido”. El episodio se vuelve más confuso ante la declaración de diferentes testigos, quienes dicen entrar a la oficina justo en el momento en el que el imputado declara. Además, esta última declaración de Herrera se contradice con todos los testimonios anteriores que dicen que Bustos se enojó y la ahorcó justamente porque Cecilia no había accedido. 

Por último Herrera manifiesta que después de las 20:30 se debieron hacer los trámites para el traslado a Córdoba de Lucas Bustos. No sabe qué se dispuso con la mochila. Desconoce el tratamiento de pruebas.

2 respuestas a “Día 7 – 10 de mayo”

  1. Avatar de Noelia garcia
    Noelia garcia

    Muy buena crónica, justicia y verdad por cecy basaldua

    Me gusta

  2. […] Día 7 – 10 de mayo Compartí esta entrada en tus redes socialesFacebookTwitter Estado, Poder y Sociedad […]

    Me gusta

Replica a Noelia garcia Cancelar la respuesta

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar